lunes, julio 09, 2007

"Manuel Rodríguez: Hijo de la rebeldía"


"Si Bernardo OHiggins o José Miguel Carrera pueden generar devociones o antipatías y despertar odiosidades entre sus partidarios hasta nuestros días, no hay figura más potencialmente transversal que Rodríguez. Él es nuestro Ulises", así comienza el emotivo y certero análisis de María Cecilia Quinteros, profesora de historia y geografía.

Recurrimos a esta joven docente del Liceo Tajamar de Providencia (Santiago), para que compartiera su experiencia pedagógica y mirada histórica sobre Manuel Rodríguez y la película de Cristián Galaz "Hijo de la Rebeldía". Accedió a revisar el guión de la película y darnos su opinión. El caracter educativo de la historia se desarrolla con poesía, pasión y prfundo convencimiento de lo que habla. Así es esta profesora que tiene la asignación de Excelencia Pedagógica y es supervisora del CIE de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Tal como en otros artículos de la serie Héroes que transmite Canal 13, en el marco del Bicentenario, donde educarchile contactó al profesor Víctor Sanz, para que nos ayudara a reforzar el carácter educativo de la película “Vivir para merecer su nombre” (sobre Bernardo O'Higgins) y del análisis del profesor Alejandro Melgarejo que nos dio pautas de los posibles beneficios que el material de “El príncipe de los caminos” (sobre José Miguel Carrera) podría tener para los profesores en la sala de clases, lo mismo hicimos con Rodríguez y con el estudio de María Cecilia Quinteros.



Así comienza…

Su figura se remonta al proceso de la Independencia y se transforma (más allá de un Héroe de la Patria), en un estereotipo de ciudadano, sin época, sin tiempo, sin sector político.


A través de él no sólo podemos estudiar la Independencia, sino que además, profundos valores que están vigentes imperecederamente: el coraje, la solidaridad y la humildad (que no esta presente en todos los Héroes), la lealtad, la falta de amor por el poder en si mismo, su enorme apego a los valores ciudadanos de una República en ciernes que siempre será perfectible a los ojos de aquellos que la aman en todas las épocas.



Hay un diálogo en el guión, donde Rodríguez habla de la educación. Lo leí con mis alumnas y lo comentamos. No hay nada más vigente que sus palabras, sobretodo en nuestros tiempos. Nosotros como formadores, más que como profesores de Historia en particular, podemos sacar un enorme provecho de este film para mostrar que la juventud puede ser forjadora y constructora, para exaltar el enorme amor por la erudición que existía en aquella época, el respeto por la familia, la manera de relacionarse a través del lenguaje, el valor y la fe en las instituciones republicanas, ya fuese para apoyarlas o enfrentarlas.



Acá, la Patria aparece como un lugar cercano, deja de ser un superlativo insustancial para transformarse en un sentimiento de orgullo y respeto, y aunque suene redicho, medio absurdo y pobremente represente lo que ésta significa, dan ganas de tener una bandera a mano, una empanada y un vaso de chicha. ¡Viva Chile!


Entusiasta, ¿o no? Como decíamos, así se expresa la profesora Quinteros y con dedicación nos responde:

¿Cómo aplicarías la película y el contenido de ella, en la sala de clases?
Primero haría que la vieran en su casa y luego escogería ciertas partes del film para analizar en clases: las costumbres de la época, el lenguaje, la vestimenta, la ambientación, etc. dando luego un esbozo de lo que fue el Neoclásico

Enseguida, analizaría la parte histórica propiamente tal. Primero indagaría sobre lo que las alumnas sabían previamente sobre Manuel Rodríguez y el proceso de Independencia y, en relación a esto, entraría de lleno al contenido, comparando ambas cosas con el film

En base a preguntas y respuestas orales, haría un análisis valórico del pensamiento de Rodríguez y de sus consecuentes acciones; llevando a preguntarse a las alumnas acerca de la vigencia que éste pensamiento puede tener en sus vidas actualmente.

También ocuparía el guión directamente, algunos pasajes están llenos de contenido histórico y hasta poético, reforzando así la comprensión lectora

¿En qué unidad curricular la introducirías?
En Segundo Medio, la incluiría en la Unidad n° 3: La creación de una nación, para ver los siguientes contenidos y objetivos:

Contenidos
- La Independencia americana: múltiples factores que precipitaron el proceso independentista en América y Chile; condiciones estructurales y acciones individuales; voluntad humana y azar.

Objetivos Fundamentales
- Identificar los rasgos distintivos de la identidad nacional, a través del conocimiento y comprensión de la historia de Chile.

Aprendizajes esperados transversales
- Comprender que en los procesos históricos se conjugan diversos factores, sean estructurales, coyunturales, propios del azar o de la voluntad humana, y que frente a ellos se sitúan las personas y toman decisiones que el curso histórico.

Aprendizajes esperados:
- Comprender la multicausalidad del proceso de Independencia de Chile y lo sitúa en el contexto de la historia de España e Iberoamérica.
- Aplicar los conceptos de continuidad y cambio al análisis de la Independencia y percibe diversos ritmos de cambio.

¿Qué cosas buenas rescatarías del guión de la película?
Que se exponga a un Rodríguez que trasciende el tema de la Independencia. Que se establezca que éste héroe fue mucho más que un valiente guerrillero o un escurridizo montonero. No sólo se aprecia su amor por la vida, la cultura, los libros, el estudio y la educación en general en sus expresiones, sino también en sus acciones (su participación en la creación del Instituto Nacional, por ejemplo, haya sido o no idea de él).

También es rescatable la conciencia liberal (y social) que se le impregna al personaje. Queda muy bien planteado cual era el ideal de sociedad al que postulaban los jóvenes idealistas de la época y por el cual murieron.

Se puede observar con profusión a la gente del bajo pueblo y sus costumbres en la época, cómo luchaban por sus lealtades, como vivían e interpretaban la religiosidad, cómo eran afectados por los grandes cambios históricos y como reaccionaban ante ellos.

Más allá de quién haya asesinado a Manuel Rodríguez o en qué circunstancias esto haya sucedido, encuentro no sólo necesaria, sino válida la perspectiva del guionista de mostrar las divergencias que había entre los patriotas, sus animadversiones, sus rencillas, las distintas interpretaciones de cómo debía lograrse la construcción de la Patria, incluyendo también sus mezquindades y temores, porque esto no les resta mérito, al contrario, los hace más cercanos como es el caso de O' Higgins.

¿Qué partes de ella reforzarías?
Si bien, leer un guión no es lo mismo que ver una película, leerlo me emocionó y lo más importante: a mis alumnas también.

Tal vez manifestaría un poco la visión de la Logia Lautarina. Pienso que habría que reforzar la perspectiva ohigginista, como para otorgar la visión completa. Y haría un contraste historiográfico, autores rodriguistas versus ohigginistas. Ahora que lo pienso, creo que este capítulo sirve para entender que la historia y su estudio no es unívoco y que las diferentes perspectivas, la adhesión a una u otra, es lo que construye y configura la noción de realidad, de patria y, en suma, de identidad.

¿Qué material complementario utilizarías?
Creo categóricamente que este guión (todos, en realidad) deberían editarse e imprimirse para ocuparlos como material complementario. Claramente no es lo mismo ver el film que leerlo, y si podemos tener acceso a ambas alternativas sería excelente. No solo por la asignatura de Historia y Ciencias Sociales, sino porque serviría también a los profesores de Lenguaje y Arte.

Invitaría a quienes estén a cargo de la producción a seguir recreando personajes y procesos históricos. Me estoy imaginando a Valdivia y Lautaro en medio de un Chile recién descubierto; el viaje de García Hurtado de Mendoza por la Araucanía, las arengas del León de Tarapacá en medio de las salitreras...

Más concretamente, a los alumnos y alumnas les haría leer trozos de textos de Rousseau, Voltaire y Montesquieu, para que pudiesen apreciar desde la fuente misma cómo se formaban estos ideales en una época tan revolucionada.

Quizás les haría leer algo de Rosario Orrego o de Blest Gana para dar una idea del ambiente, contexto histórico, etc

Finalmente invitaría a mis alumnas a expresar sus emociones a través de la realización de un video con el programa Windows Movie Maker y la canción “El cautivo de Tiltil” interpretada por el grupo Aquelarre, hay muchas imágenes que podrían utilizar en educarchile y en el sitio de Héroes.

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